Cuando el tiempo arriba, el espíritu herido y descompuesto yace,
Cuando el espíritu brilla, la caja negra se cierra y comprime, asfixiante
Alas coloreadas, espolvoreadas en ceniza,
Intentas caminar y aún parece, que vas a prisa
Mitigar es acción predilecta y se torna en el nuevo crecer,
Refugio es el oscuro silencio, mientras se alberga añoranza, de un nuevo amanecer
Estoy rota,
Veo como el agua brota, rebota, azota,
Inunda, fluye, destruye,
Dulce canto sufriente, que nunca concluye
Se agota el aliento, después de tanto intento,
Es enorme atrevimiento, no renunciar a esto que siento
Despliegue absoluto de necedad,
Verdades perdidas, en lo profundo del mar
Me siento rota, poca, loca
Crisálida pálida y lápida de cristal,
Torbellino superfluo, salpicando gotitas de libertad
Demasiado rota, para no creer,
Demasiado rota, para dejar de ver
Exaltación, provocación,
Constriñe y se ciñe, al llegar la ocasión,
Quemando piel cruda, sin marca alguna, de desolación,
Aprieta y te ciega, sin faltarle rigor
Estoy rota, por sentir placeres,
Por contar un cuento, por oler el viento,
Rota, poca y loca,
Solemne juramento,
Buscando mensajes, en el cielo abierto
Abismo inclemente, poco consecuente,
Mi locura y la cura, ambas indecentes,
Visiones insensatas, ausencias presentes
En el ruedo o en el credo,
Déjame beber,
Déjame empaparme, hasta no poderme reconocer,
Déjame absorber,
Quiero hundirme en la tierra, para no volver
Estoy rota, poca, loca,
El agua se alborota,
La piedra se corrompe,
Todo empieza y termina,
Donde la corriente rompe