Pisa con fuerza,
Que la tierra se te escapa,
Y añorar piel más tersa,
No te salvará, de la cruel espada
La vista se remece,
La piel arde y se retuerce
Trenzado el cabello,
Largo como la soledad,
Arrastrándote hacia la miseria,
De contemplar de frente, la verdad
La quietud que antes pensaste, te haría perecer,
Es ahora el deseo, que jamás habrás de complacer
Tu cuerpo,
Por dioses errantes, cincelado,
Se despedaza, se corrompe,
Frío, torpe y amedrentado
La potencia de tus muslos va cediendo,
El pasado, te alcanza,
Rocas enormes, van rodando,
Y se deshacen con tanta fricción
Quién hubiese pensado,
Que tu rostro era joya inmortal,
Quién hubiese concebido,
Que tu fuerza no tuviera rival
Huracán contenido,
Rugido feroz,
Se derrite el oro en tus ojos,
Se endurece la lluvia en tu adiós
Un camino interminable,
Cubierto con blanca escarcha de tempestad,
Trazados y trozos, que se fusionan,
Bajo el fuego humilde, de la libertad
Las promesas rotas, son grilletes,
De los que ni en sueños, logras escapar,
Ciegos, creen las historias,
Que, con tu sangre, se pudieron crear
Bajo un cielo rasgado,
Pulsátil, la vida se escapa,
Hondo y sin misericordia,
Perfora, de hierro, tu espada
Dejaste la esperanza enterrada,
Y en armadura, ocultaste,
Tan intensa debilidad
El tiempo corre, cual serpiente en la arena,
Se entrecruzan los hilos,
Se deslizan los destinos,
Y te corta, filoso,
Ese anhelo, que nunca te permitirás
Un corazón envenenado en la mentira,
La inocencia vagando, en un mundo de perdición,
Tus acciones, se alimentan de la ira,
Mientras lento, te destruye,
la tibieza de ese abrazo, con sabor a redención
De grisáceo a blanco mármol,
Tu historia se fragmenta, con la dolencia de tu pasión,
Frustrante, es la pequeñez de los hombres,
Cuando se es leyenda y a la vez, condenación
Tortuosa se ramifica,
La podredumbre,
Oculta y siniestra,
En la cobardía de las decisiones
Un destino confuso e inquietante,
Un aliento fatigado, con un deseo incontrolable
La añoranza de algún día,
Sentirse seguro en la frescura del porvenir,
Una existencia desgraciada, atrapada en búsqueda,
De paz establecida, para finalmente, poder vivir.