El Blog de alukini

Proyecto de Escritora

Reloj de Arena

En los últimos días, mis palabras se han secado.

El paraje de mi mente, en ocasiones es un desierto, en el que resuenan ideas delirantes y repetitivas.

No es cierto que haya dejado de sentir.

No es preciso, decir que mis pensamientos han cesado.

Me hallo perdida, sola y sin brillo, como un grano de arena, en un mar que sólo es movido por el viento.

Mi respiración se ha pausado.

Solitario, falto de color, áspero. Así, es el terreno en el que me muevo estratégicamente. Cuidando cada pisada. Vestida con un inmenso manto de control.

¿Qué esconde la gruesa superficie agrietada?

Si escuchas cauteloso, puedes oír como ruge una cascada voluminosa, saturada de vitalidad, con notas de impotencia, con un ritmo acelerado y un matiz de furia.

Descender a las profundidades, es un peligro de carácter mortal, al que no todos, podemos arriesgarnos a sufrir.

Es fácil sucumbir ante la corriente fuerte, que presiona, que arrastra, que no deja de crecer.

Es cierto que he de transitar diversos mundos, he de convivir con infinitos seres, comulgando con sus espíritus, escuchando sus voces, visualizando sus rastros. Pero, debo cerrar la puerta, para tomar con fuerza aquella mano que me necesita.

Debo aferrarme a la certeza, para avanzar a través de ráfagas fulgurantes de adversidad.

Debo moverme en un terreno plano, para acceder a una visión total.

Con extrema dedicación voy cerrando un capullo, para convertirlo en hierro y luchar.

No es fácil encapsular la marea salvaje, en un abrazo del desierto, sin que el agua se filtre, sin que todo se mezcle y se convierta en lodazal. Sin embargo, es lo que puedo, es lo que debo, es lo que haré…

 

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